Cumplir un año
Cumplir un año, eso fue lo primero que anoté en mi libreta llena de garabatos, stickers y dibujos hechos para Hija Mayor. Cumplir un año no es una fiesta con torta de ocho pisos. Cumplir un año no es estresarse por el menú y decoración del festejo. Cumplir un año es un flashback: la sala de parto, el camisón azul, la luz blanca, los pujos y vos llegando al mundo. Cumplir un año es conocerte, es saber cuándo llorás por hambre, por sueño, por ganas de ir a pasear o porque querés que te cambie el pañal y cuando querés tomar la teta. Hija Mayor ayer resumió que Cumplir un año es así: “va a soplar la velita, la vamos a aplaudir y darle besos”. Eso es todo, to