4 meses

Esta tormenta nos tiene a todos despiertos a la espera de que pase.
Ya puse baldes en los escondites conocidos de esta casa, ando cazando goteras.
Ya no espero que te duermas y disfruto este tiempo extra que me regala la lluvia. Unos minutos más de noche compartida. Unos minutos más de este diálogo de gestos, gorjeos y burbujas de baba.
Hoy me demoré en la ducha, B me regaló unos minutos a solas. Normalmente a mi salida del baño me esperas ansiosa y quejosa. Hoy no, te encontré graciosa jugando en la cama. B te daba besos y vos te reías.
Hago la cuenta y sé que hoy te di 18 veces la teta y te cambié 8 pañales. Dormí poco, ayer tu hermana se despertó más que siempre a la madrugada. Hija mayor pedía por “mami, mami, mami” aunque B se sentó a su lado a consolarla. Respondí a su llanto y me metí en su cuna de 1,20 mts. La abracé hasta que dejó de llorar y un rato más también. Entonces te despertaste vos porque ya tenías hambre. Cuando volví a la cama, mi lado estaba frío, B roncaba, le di un beso y giré sobre mi lado derecho.
Así que hoy estoy cansada. En este final del día pierdo la paciencia con facilidad. Pero tus sonrisas son muchas y tu asombro al descubrir el mundo me suaviza.

¿Cómo terminará esta noche? Quizás sin darnos cuenta nos quedamos dormidas esperando que hija mayor y B vengan con su música.

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